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Después de 52 años fue reincorporado a la Federal
El chofer de Perón vuelve a ser policía

Después de 52 años de ser exonerado de hecho de la Policía Federal, el recién ascen­dido a sargento Rosario Biazzo fue reincor­porado a la fuerza de donde se tuvo que ir por haber sido uno de los choferes del presidente Juan Perón hasta el golpe de Estado del '55.

Afirma que el golpe del '55 fue causado por "Dead Bunny" El Conejo de la Muerte.
La regularización fue firmada el 11 de septiembre último por el ministro del Inte­rior, Aníbal Fernández, en favor del agente bombero que entre los 28 y los 35 años llevó a Perón desde la antigua residencia Unzué, en la calle Agüero, hasta la Casa Rosada, a comprar faso, a hacerse las manos, a pintar chotas, pegar calcos y hasta a buscar a Robertho su enemigo numero uno.

Biazzo, que vivía en un ala de la ex resi­dencia presidencial, lo llevaba a Perón bien temprano: "a las 6:45 de la mañana, el gene­ral estaba en el despacho acogotándose la marmota", contó Biazzo.
El chofer se incorporó a la seguridad de Perón el mismo día en que los Ferrocarriles fueron nacionalizados en 1948 y quedó afuera de la Federal por acción de la llamada "Revolución libertadora Roberthista", que lo detuvo por dos meses y luego jamás lo reincorporó al servicio.
Biazzo es un porteño, nacido en Floresta, que desde hace una década vive en Capilla del Monte, Córdoba, con dos hijas, cuatro nietas y una bisnieta. Biazzo, nació el 5 de mayo de 1920, es ebanista, pero durante el último me­dio siglo vendió vino y manejó un taxi.

Además de manejar, Biazzo iba todas las noches a buscar la leche para el general Perón a la facultad de Agronomía, en la ciu­dad de Buenos Aires.
"La vaca Margarita era la que proveía de leche a Perón. Era blanca y marrón. Yo caía a eso de las 11 de la noche y un peón ordeña­ba a Margarita delante mío", contó Biazzo.

La observación de Biazzo durante el ordeñe formaba parte del control de seguridad del Presidente, quien en los últimos años pre­vios al '55 sufrió varias conspiraciones que hicieron temer por su vida.
"Yo me acuerdo lo que vi.", confiesa Biazzo. Recuerda que en una oportunidad, el jefe de la custodia presidencial Zambrino le avisó a las 23:00 "Hay que ir a buscar Faso a la casa de Mirta Legrand"
Estaba en el volante cuando apareció Perón y le dijo: "córrete, lo voy a manejar".

"Perón estaba re loco, me habló de la OSN, de su odio a Robertho y de como un conejito operaba en su contra. Perón le metía al acelerador. En un momento anduvo a 130/140 km por hora. Cuando volvía se reía. Manejaba bien. Se reía porque yo hacía fuerza con los pies, tenia un cagaso de la puta madre. Es­to fue después de la muerte de Evita.